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5 canciones negras

El guardián de las pequeñas cosas

Las sensaciones que te produce cada instante del recuerdo
que te invade al volver a ver su contrabajo, ese baile sordo
sentado en el sofá, las notas en tu guitarra de aquella canción
que inventaste de chico, el escalofrío que te produce acordarte
de tu amigo; ver en una simple cosa, todo un mundo en su interior.
Todas esas pequeñas cosas son las que nos hacen estar vivos,
las que nos hacen ser nosotros mismos, únicos e irrepetibles,
por nunca jamás. Cuando eres el guardián de las pequeñas cosas,
puedes ver lo que otros no ven, sentir lo que otros no han llegado
a sentir, y amar cosas que ellos nunca amarán.
Momentos como éstos son los que dibujan una sonrisa en tus mejillas,
la pintan con color feliz, y te arropan cada noche, al irte a dormir.

No dejes nunca que nadie te quite tus pequeñas cosas.

S

S

Como aquella vez, que en la fiesta de inauguración del piso del E y la V, estaba yo tan tranquilo, inclinado sobre la mesa, deshaciendo un cigarro para liarme un flai, cuando, entre el tabaco, apareció un trocito muy pequeño de papel. Parecía recortado a propósito. Y al darle la vuelta toda la piel se me puso de gallina y un escalofrío tremendo me heló la mirada. Una S, perfectamente encajada en el circulo, aparecía escrita en el papel. El tipo y el color de la letra, eran los típicos de los cigarrillos, así que, V y yo, dedujimos que se trataba de un trocito del papel del cigarro, que habría saltado o en la propia manufacturación del pitillo. Hasta que caímos en la cuenta que yo fumo "Nobel". Y como se puede uno fijar, "Nobel" no lleva "S". Me dio por rallarme con la dichosa letra, inlcuso la guardé en la
cartera (al día siguiente ya la había perdido). Esa "S" tiene que ser un mensaje.
Algo me quiso decir.

Anonimato

Perdida en el anonimato, encontré una pieza del puzzle.
La cogí, la miré extrañado, e intenté buscarle un sitio.
La pieza era pequeña, cuadrada, y dibujaba en su interior
las 3 paredes ocultas del cubo. Pues no era del puzzle. Esa
pieza no iba a encajar donde yo estaba probando. Esa pieza
debía descansar en otro lugar.
De momento ya han pasado varios días, y tras un primer
momento de negación, ando buscándole sitio a esa pieza anónima con forma de cubo, y de color azul.

Los ríos de mi desierto

Sentado a la orilla del río, vi pasar tu barquita azul.
Sigo enganchado a las olas de tu pelo y tengo un dolor en el pecho que no me deja respirar. Tú navegas por tu orilla, al otro lado del desierto en el que malvivo sin ti.
Y mis sueños vuelan bajo, con las alas que rompe tu olvido. Bajo el sol negro de tus noches cabalga mi caballo errante, en busca del puente maldito que me lleva a cruzar tu camino, lleno de árboles centenarios con blancos nidos en sus ramas. Con la sonrisa remendada empuño fuerte las riendas de mi caballo, y con la mirada fija en la fina línea que dibuja tu horizonte, me vuelvo a adentrar en tu sueño.

210404

Recuerdo

Recuerdo

Un intenso olor a pasado inundaba la habitación. Afuera alguien volvía a quedarse sin cenar. Adentro los muebles parecían reliquias rústicas. Todo se había vuelto viejo. Muy viejo. Todo. Un canoso anciano, de cuerpo enjuto, seguía sentado allí, junto a la cama. Escribiendo sin parar. Soñando sin parar. Una antigua lágrima yace en su mejilla. Fue la última gota de la que se desprendió, y tan lánguida agonizaba ya, que deseó tanto morir cerca de donde había vivido tanto, que luchó hasta su último suspiro, antes de rendirse feliz sobre su mejilla. Sus arrugadas manos sostenían un pitillo eterno y en sus pies, las mismas zapatillas de siempre. Su mirada traspasaba la pared, y volaba libre y joven hacia los rincones más amables de su memoria.

Sobre la cama una cartulina, y una mancha de pintura. Un teléfono apagado y un cenicero lleno. Las gafas en el escritorio, y yo repostado en la pared, y el triste reloj ya marca las tres.

10

10 lágrimas rotas
9 recuerdos que me hablan de ti
8 despedidas cortas
7 veces aquí
6 miradas a medias
5 canciones negras
4 tirones de pelo
3 inviernos sin fin
2 almohadas en mi cama
1 poema para ti

D.P.C.

D.P.C.

·

De nuevo pensando en voz alta

No, ya no te quiero ver. Ni por lo que te pueda necesitar; ya no te quiero encontrar.
No vengas a poner media venda en mi ojo, porque eso no lo puedo soportar
No quiero volver a jugar, ni al correr ni al esconder.
No quieras aparecer en mi sueño, de pronto y sin avisar
Dices que no me conoces, pero que has oído hablar.
No te dejes engañar por lo que te hayan podido contar.
Si quieres conocerme, primero, tendrás que invitarme a pasar.
Y no dejo que me robes, a mi más preciado tesoro,
Como sangre que corre en mis venas, como única razón de ser,
Esas notas son mi vida, esa música es mi piel.
No quieras arrebatármela, eso sí te va a doler.

Quiero decir a Anónimo que, aunque me encanten y apasionen, no puedo soportar esos misterios. Esas medias tintas y esas verdades a medias. Te agradezco lo que has escrito.
Y si puedes, sigue escondiéndote, de vez en cuando, aquí.

Humo azul

Humo azul

Intento aflojar el nudo de mi garganta con el humo azul del olvido y del recuerdo. Me olvido de mis penas y recuerdo ya mis letras. A mis dedos les salen alas, y las palabras vuelan bajo, a ras de este papel ansioso por contar historias. He vuelto a disfrutar de algo que hacía mucho que no sentía, volver a despertarme desnudo en una cama que no es mía. El bombo y la caja me arropan el sentido, y la difusa luz del escritorio ahumado nubla mi mirada. Eran muchas ya las ganas, de vomitar, de poder decir basta. He vuelto a encontrar la llave que abre mi cajón de cuentos. Puedo volver a navegar sobre las nubes de mis folios, nubes con formas de lápices y de notas musicales, que me llevan de vacaciones a las playas de su inmensidad. Rojizos soles en calma, blancas playas silentes, pequeñas alfombras de hierba y grandes barras de bar. Y sentado a la luz de la luna, sigo empeñado en cantar, queriendo coger la guitarra, mis timbales y a tocar, y seguir sentado en la playa, hasta que me vengas a buscar.

(120404)

Siento

Tantas cosas que decirte, que no se como empezar
Que te quiero, que te odio, que sin ti no puedo estar
Pero contigo tampoco, esto tenia que acabar
Aunque no lo que siento, nunca te dejaré de amar
Tenía miedo de dejar de besarte y perderte
No se si algún día tendré fuerzas de volver a verte
Sueño cada noche con volver a acariciarte
Te juro que nunca en la vida yo podré olvidarte
Te conocí, me enamoré y puse mi vida en tu mano
Te quise, aceleré, y nunca pisé los frenos
Debí dejarlo todo hace ya tiempo, o quizá no
Lo único que sé es que siempre te echaré de menos.
Dile a él que te proteja, dile que te cuide
Cuídale tú a él, dale todo lo que te pida
Guárdame en tu corazón y que no se te olvide
Que he muerto al perderte, porque tú eras mi vida
Te estoy escribiendo y al mismo tiempo estoy llorando
Que pensarte sin tenerte, es lo que mas me duele
No puedo verte ahora, pero te estaré esperando
Mi corazón lucha por ti, pero al estar sin ti se muere
Sé que nuestra situación era muy difícil
Que nuestra paciencia finalmente se agotó
Sé que muchas veces me porté como un imbécil
Y ahora soy un imbécil, con el corazón roto
Tengo puesta en mi habitación tu foto
Al mirarla puedo incluso derretir el hielo
No puedo competir con él, porque él tiene moto
Pero él no puede como yo, ofrecerte el cielo
Se ofender a Dios por robarle una estrella
Y por tenerla en mi corazón reclusa
Hago bello el rap, porque mi musa es bella
Tú eres ella, la estrella, para el rap mi musa

Siento no entender porque siento lo que siento
Siento entenderlo, y no poder decir te quiero
Siento tenerte siempre en mi pensamiento
Siento que puedo perderte y solo de pensarlo muero

Sé que de esa doble vida ya estabas harta
Harta de mentiras, de excusas y de cuentos
Te dedico esta canción que ya escribí en una carta
Aquella carta en la que te mostré mis sentimientos
Fui cobarde, cara a cara no pude hacerlo
Espero que algún día puedas perdonarme
Me hiciste el hombre más feliz, debes saberlo
No creo que como tú, nadie más pueda amarme.
Elevarme al infinito, como tú lo hiciste
Y hacerme soñar despierto con el paraíso
Amor más grande en este mundo ya no existe
Desde que Adán a Eva tanto la quiso
Querría raptarte y parar el tiempo
Amarte como a una mujer nunca amó un hombre
Que se acabe el mundo, que se pare el tempo
Si quieres tenerme solo grita mi nombre.

Zenit
Para Elisa

Reflexiones rápidas

Reflexiones rápidas

Siempre había pensado que al escribir, lo único que hago es vomitar en el papel todo lo que va entrando en mi cuerpo, por medio de mis sentidos y a través del tiempo. Cuando las palabras no salen, no hay que esforzarse. Esto significa que todavía no he absorbido suficiente. Sólo siento un gran vacío dentro de mí, y de momento no se me ocurre como puedo llenarlo. He perdido hasta la prisa por encontrar con qué llenarlo. He perdido la ilusión, día a día, poquito a poquito. Sé que lo que tenga que venir, vendrá. Y si no viene, algún día aprenderé a buscarlo. De momento mi vida va yendo, que no es poco. Me cansa, me canso, echo de menos muchas cosas, y la más importante, me echo de menos a mí mismo. He convertido mi personalidad en aquella que nunca quise.
¿Duda existencial? Me gusta ser como soy, pero no va bien, no me funciona. Yo creo en mis principios, todo el mundo que me conoce me dice que no cambie, y no cambiaré, pero... así no me va bien. Es en estos momentos en los que uno se plantea empezar otra vida, comenzar de cero. No me asusta, pero sí que me da pereza. No tengo que dejar muchas cosas, pero tengo que empezar, y tengo que moverme. Sinceramente me gustaría, me alegraría por mí si fuera capaz de conseguirlo. Creo que si recibo un poco de apoyo, puedo acabar decidiéndome. De momento no me hago muchas ilusiones, pero la idea está ahí, por lo menos.

070404

19 Días y 500 Noches

Lo nuestro duró
lo que duran dos peces de hielo
en un güisqui on the rocks,
en vez de fingir,
o estrellarme una copa de celos,
le dio por reír.
De pronto me vi,
como un perro de nadie,
ladrando, a las puertas del cielo.
Me dejó un neceser con agravios,
la miel en los labios
y escarcha en el pelo.

Tenían razón
mis amantes
en eso de que, antes,
el malo era yo,
con una excepción:
esta vez,
yo quería quererla querer
y ella no.
Así que se fue,
me dejó el corazón
en los huesos
y yo de rodillas.
Desde el taxi,
y, haciendo un exceso,
me tiró dos besos...
uno por mejilla.

Y regresé
a la maldición
del cajón sin su ropa,
a la perdición
de los bares de copas,
a las cenicientas
de saldo y esquina,
y, por esas ventas
del fino Laína,
pagando las cuentas
de gente sin alma
que pierde la calma
con la cocaína,
volviéndome loco,
derrochando
la bolsa y la vida
la fui, poco a poco,
dando por perdida.

Y eso que yo,
para no agobiar con
flores a María,
para no asediarla
con mi antología
de sábanas frías
y alcobas vacías,
para no comprarla
con bisutería,
ni ser el fantoche
que va, en romería,
con la cofradía
del Santo Reproche,
tanto la quería,
que, tardé, en aprender
a olvidarla, diecinueve días
y quinientas noches.

Dijo hola y adiós,
y, el portazo, sonó
como un signo de interrogación,
sospecho que, así,
se vengaba, a través del olvido,
Cupido de mí.
No pido perdón,
¿para qué? si me va a perdonar
porque ya no le importa...
siempre tuvo la frente muy alta,
la lengua muy larga
y la falda muy corta.

Me abandonó,
como se abandonan
los zapatos viejos,
destrozó el cristal
de mis gafas de lejos,
sacó del espejo
su vivo retrato,
y, fui, tan torero,
por los callejones
del juego y el vino,
que, ayer, el portero,
me echó del casino
de Torrelodones.
Qué pena tan grande,
negaría el Santo Sacramento,
en el mismo momento
que ella me lo mande.

Joaquín Sabina

Mi poema

Qué alegría! Hoy un escalofrío ha vuelto a alborotarme todo el cuerpo. Y no era el amor, pero es lo más parecido a él que he sentido en mucho tiempo.
Una sensación maravillosa. Para algunos, y puede que incluso para mi, pueda llegar a ser una tontería. Pero qué bien me ha sentado. Me van a publicar un poema! Es como un reconocimiento a este tiempo en el que he estado escribiendo, bien o mal, poco o mucho, pero escribiendo. Intentando expresar, e intentando adornar, mis momentos de ánimo, mis recuerdos, mis anhelos, mis sueños y mis dolores. Ahora mismo siento una gran satisfacción personal. Vuelvo a repetir, quizás sea una tontería, pero es mi tontería. Todas las cosas que escribo, las dicta mi corazón, y este premio es para él.
Quiero desde aquí dar las gracias a todas las personas que me han acompañado en mis textos, a todas aquellas que han esperado siempre ansiosas para leer todos y cada uno de mis poemas. Muchas gracias, de todo corazón.
También quiero aprovechar para mandaros un saludo a todos vosotros. Todos los que venís a visitar mi blog. A los asiduos y a aquellos que entráis de pasada.
Por favor, seguir viniendo a verme, sois un gran apoyo para mí.

Shhh, te quiero

Carta a un amigo

Después de varios días de búsqueda, he encontrado sobre qué escribir.
Esa amistad. Qué asco. Quizás es que yo sigo pidiendo demasiado, pero sigo sin verlo así. No pido que nadie esté por mí a todas horas, pero, joder, me revienta que sólo se me busque por interés. Es una mierda, porque así me siento más sólo aún, pero eso algo por lo que nunca he pasado. Si soy tu amigo, lo soy, un día y otro, para tus cosas y para las mías. Pero así no, de este modo no quiero ser amigo, ni tuyo ni de nadie.

No te cuesta nada, tío, pegarme un toque un día cuando salgas del curro. Que tienes que quedar con tu novia, perfecto, si yo no digo que no quedes, pero tío, de vez en cuando no te puede molestar, no? Fíjate, cuando cogí la baja, me fui a La Maquinista, y te llamé para comer juntos, ya que tú trabajas ahí al lado. Me estuve esperando desde las 11 y media, hasta la 1 y media, a que salieras de currar. Total, para estar tres cuartos de hora. Comimos en el Pastafiore, y no nos dio tiempo a mucha cosa más. Pero tío, por lo menos quedamos, y nos vimos un rato. Luego tú sólo me buscas cuando te interesa, y eso no es así. Hace dos o tres domingos, cuando pillé la moto, porque os llamé para deciros lo de tus suegros, que me vieron por el balcón, y ya me acerqué, que estabais pillando una peli, y ya me quedé a verla, que si no...
Tío, si tenéis la suerte de teneros el uno al otro, todos los días... ¿no podéis “hacer un esfuerzo” algún día? Sabéis que yo estoy siempre aquí, sólo, esperando que suene el teléfono para salir corriendo... pero bueno, es lo de siempre...
Me hizo gracia ayer, cuando quedé con tu novia, para comprar los materiales para vuestro piso. Quedamos, compramos los materiales y ala! El Víctor a su casa, así, sin más. Y bueno, lo de Semana Santa eso ya fue para morirse. Que tienes que hacer la instalación en Semana Santa, que cerramos el techo. Ahhh, y alguien me ha preguntado si yo tenía planes? No, si no hace falta! Al Víctor lo tenemos ahí para cuando queramos, no?.........

Bueno, ya hemos pasado épocas como ésta. Y yo ya se como llevarla, aunque eso no quita que me siga jodiendo. Comprendo que ahora vosotros estaréis liados, la reforma del piso lleva mucho trajín a cuestas. Yo sé lo que es eso, porque ya lo he pasado, pero la diferencia es que vosotros me tenéis a mi, y ya no en el tema laboral, no por haceros o no haceros la instalación, no por aconsejar, ni ayudar. Hablo de la motivación, y la entrega y las ganas que he puesto en vuestro piso. Yo ni tuve vuestra motivación, ni vuestra entrega, ni vuestras ganas en el mío. Pero bueno, que conste que no os hecho nada en cara. Cada uno es como es, y yo, si os quiero querer, os tengo que querer así, como sois.
Simplemente me gustaría que a ratos, fuerais un poco... (no mejor, ni peor)... simplemente, de otra manera para conmigo.

010404

Otoño

Las hojas secas caían sobre mis hombros, y se arrojaban decididas al suelo, formando un manto sobre lo gris de las calles de mi ciudad. Al alzar la mirada pude observar como una auténtica alfombra de hojas secas se mostraba ante mi, llenando mi camino de ese aroma tan especial y agradable que tiene el otoño al envolvernos. Ese olor a mojado.
Con paso alegre y decidido seguía surcando las aceras, al encuentro de todavía no sabía bien el qué. De repente, una cortina de agua cubrió las fotos de mi ciudad. Las hojas nadaban río abajo, las mujeres corrían a resguardarse en los portales, los niños aleteaban contentos sobre las aceras, mientras sus madres cargaban con sus mochilas y paraguas. El borracho terminaba su copa, y corría, torpe, a refugiarse en casa.
Y mientras yo, caminando impasible calle abajo, perdiéndome tras el manto grisáceo de la lluvia, seguía decidido a perderme para siempre en las eternas entrañas de mi ciudad.

050304

Todos menos tú

Nietos de toreros disfrazados de ciclistas,
Ediles socialistas, putones verbeneros,
Peluqueros de esos que se llaman estilistas,
Musculitos, posturitas, cronistas carroñeros,
Divorciadas calentonas con pelo a lo Madonna,
Trotamundos, fantasmas, soplones de la pasma,
Pintorcillos vanguardistas, genios del diseño,
Camellos que te pasan papelinas contra el sueño.
Mercaderes de paquete en la cola del retrete,
Escritores que no escriben, vividores que no viven,
Jet de pacotilla, directores que no ruedan,
Mas chorizos que en Revilla con corbatas de seda.
Muera la locura, viva el trapicheo,
Tontopollas sin cura, estrategas del magreo,
Petardeo de terraza, pasarela, escaparate,
Archi, Joy, Estela, como vais de chocolate.
Tiburones de la noche con teléfono en el coche y con fax,
Caballeros en oferta, señoritas que se quieren casar.
Caraduras, obsesos, gualtrapas, lameculos,
Azafatas de congreso del brazo de sus chulos,
Superman en camiseta y en la pista dando brincos,
La colección de tetas que hacen bulto en Tele cinco.
Mulatonas caribeñas que, ponen a la peña de pie,
Blancanieves en Trippie, amor descafeinado,
Cenicienta violando al príncipe encantado,
Cicerones de la ruta del mal, mercachifles del vacío total,
Especialistas en nada, inventores del Tebeo,
Julietas demacradas que no encuentran a Romeo
Estaban todos menos tú, y yo marcando el 3692230,
Como un idiota para oírte repetir, en el contestador que te has largado de Madrid...
Y una tribu de repatriados de Ibiza
Que dejaron de ser hippies, pero no de ser palizas
Filósofos con caspa, Venus oxidadas
Apóstoles del Sida, lengua envenenada
Motoristas hitlerianos, con guantes en la mano
Guitarristas de Loquillo, Kubalas de banquillo
Doctores en chorradas, triunfadores con mosca
Yuppies que esta temporada no se comen una rosca
Equilibristas del tedio, un gorila armando gresca en el bar
Vampiros al asedio, de sangre fresca para chupar
Paparazzis, reinonas, skins, perdonavidas
Y un notario de Pamplona, que viene a la movida
Muertos que no se suicidan, niñatos, viejos verdes
Y un cuñao de una querida del marqués de Villaverde
Pinchadiscos que te dejan KO, con la cosa del bacalao
Morenazos de balcón y rayos uva,
Futurólogos borrachos como cubas
Y un tal Pepe que te puede contar
Doce mil del Lepe sin respirar
Naricillas de saldo, tabiques de platino
Y un psicólogo argentino mostrándote el camino
Estaban todos menos tú, y yo marcando el 3692230,
Sin escuchar lo que me cuentan..
Todos menos tú, y yo más triste que un pingüino en un garaje,
Como un borrón en el paisaje
De la multitud, entre todos menos tú, y yo marcando el 3692230
Sin escuchar lo que me cuentan
Todos menos tú, y yo con marchas de carmín en la memoria,
Igual que un perro en el entierro
De mi juventud, entre todos menos tú

Joaquín Sabina

Todo se transforma

Tu beso se hizo calor
Luego el calor, movimiento
Luego gota de sudor
Que se hizo vapor, luego viento
Que en un rincón de La Rioja
Movió el aspa de un molino
Mientras se pisaba el vino
Que bebió tu boca roja
Tu boca roja en la mía,
La copa que gira en mi mano
Y mientras el vino caía,
Supe que de algún lejano
Rincón de otra galaxia,
El amor que me darías
Transformado volvería un día
A darte las gracias
Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da
Nada es más simple, no hay otra norma
Nada se pierde, todo se transforma
El vino que pagué yo
Con aquel euro italiano
Que había estado en un vagón
Antes de estar en mi mano
Y antes de eso en Torino
Y antes de Torino en Prato
Donde hicieron mi zapato
Sobre el que caería el vino
Zapato que en unas horas
Buscaré bajo tu cama
Bajo la luz de la aurora
Junto a tus sandalias planas
Que compraste aquella vez
En Salvador de Bahía
Donde a otro diste el amor
Que hoy yo te devolvería
Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da
Nada es más simple, no hay otra norma
Nada se pierde, todo se transforma

Jorge Drexler

190304

Buceo por los tejados, buscando corazones en celo, suspiros nocturnos, sueños insomnes, canciones de amor, nieblas de humo gris, una flor en un jardín. Sillones solitarios, susurros en alto, gemidos callados. Ojos que se besan, caricias de pelo, guerras de almohadas. Adolescentes desnudas, soldados callados, gatas y gatos. La estrella del suelo, la casa en las nubes, las almas en vuelo. Amigos perdidos, volver a las andadas, cuentos de hadas. La lágrima rota, del mar la ola, un beso en tu boca. Ladrón de corazones, coleccionista de caras, noches de barra. Wishky con hielo, tabaco mezclado, otro pájaro muerto. La bombilla rota, la cerilla apagada, la noche roja, una cuna enferma, el antídoto equivocado.
Una habitación vacía, un oído atento, un hombro en alto, una escalera sin peldaños.
Cuando la lluvia cae, un corazón anda cojo, se le ha roto el tacón. Paraguas en ruinas, chalecos de piel. Abrazos de postal, fotos de un lugar. Puentes en las nubes, manos que levantar, corazones abstractos, amores que pintar. Una meta sin bandera, una carrera hacia atrás. Una silla en el camino, la piedra que al tropezar, te abre las puertas del cielo, y te invita a pasar.

Generación X

El objeto de esta misiva es la de reivindicar a una generación, la mía, la de todos aquellos que nacimos en los 80 (año arriba, año abajo), la de los que estamos currando de algo que nuestros padres ni podían soñar, la que vemos que el piso que compraron nuestros padres ahora vale 20 o 30 veces más, la de los que estaremos pagando nuestra vivienda hasta los 50 años.
Nosotros no estuvimos en la Guerra Civil, ni en mayo del 68, ni corrimos delante de los grises, no votamos la Constitución y nuestra memoria histórica comienza con el Mundial de España 82 y el Naranjito. Aunque no nacimos en una dictadura, siempre hemos tenido una conciencia democrática y
la serie Cuéntame nos parece que es una mierda y que hace apología del franquismo. Por no vivir activamente la Transición se nos dice que no
tenemos ideales y sabemos de política más que nuestros padres y de lo que nunca sabrán nuestros hermanos pequeños y descendientes.
Somos la última generación que hemos aprendido a jugar en la calle a las chapas, la peonza, las canicas, la comba, la goma o el rescate y, a la vez, somos la primera que hemos jugado a videojuegos, hemos ido a parques de atracciones o visto dibujos animados en color. Los Reyes Magos no siempre nos traían lo que pedíamos, pero oíamos (y seguimos oyendo) que lo hemos tenido todo, a pesar de que los que vinieron después de nosotros sí lo
tienen realmente y nadie se lo dice.
Se nos ha etiquetado de generación X y tuvimos que tragarnos bodrios como Historias del Kronen o Reality Bites y creer que éramos nosotros reflejados (si te gustaron en su momento, vuélvelas a ver, verás que chasco). Lloramos con la muerte de Chanquete, con la puta madre de Marco que no aparecía y con las putadas de la Señorita Rottenmayer; nuestra primera canción del verano
fue "Los Pajaritos" (1981) y nuestra primera tele fue en blanco y negro.
Somos una generación que hemos visto a Maradona hacer campaña contra la droga, que nos reímos de un anuncio que decía que si el Madrid era otra vez
campeón de Europa, que durante un tiempo tuvimos al baloncesto como el primero de los deportes.
Hemos vestido vaqueros de campana, de pitillo, de pata de elefante y con la costura torcida; nuestro primer chándal era azul marino con franjas blancas
en la manga y nuestras primeras zapatillas de marca las tuvimos pasados los 10 años.
Entramos al colegio cuando aún existía Castilla la Vieja, cuando el 1 de noviembre era el día de Todos los Santos y no Halloween, cuando todavía se
podía repetir curso y el profesor te podía soltar una ostia; fuimos a la universidad con unas notas de corte del copón y con una masificación acojonante, pidiendo prórrogas en la mili y objetando.
Somos los primeros en incorporarnos a trabajar a través de una ETT (gracias PSOE) y los que no les cuesta un duro echarnos del curro (gracias PP).
Siempre nos recuerdan acontecimientos de antes que naciéramos, como si no hubiéramos vivido nada histórico. Nosotros hemos aprendido lo que era el
terrorismo contando chistes de Irene Villa, vimos caer el muro de Berlín y a Boris Yelsin borracho tocarle el culo a una secretaria; los de nuestra
generación fueron a la guerra (Bosnia, etc.) cosa que nuestros padres no hicieron; gritamos OTAN no bases fuera, sin saber muy bien qué significaba y
nos enteramos de golpe un 11 de septiembre.
Aprendimos a programar el video antes que nadie, jugamos con el Spectrum,odiamos a Bill Gates, vimos a Perico Delgado anunciar los primeros móviles y
creímos que Internet sería un mundo libre.
Somos la generación de Espinete, Don Pimpón y Chema, el panadero farlopero. Quién diría entonces que años más tarde, con España integrada en la UE,
aquella niña morena habría de enseñarnos sus vergüenzas (Ruth Gabriel).
Los q recordamos a Enrique del Pozo cantando con ana (abuelito dime tu...) Los del incomparable "Planeador abajo" de Mazinger Z, los de Ulises 31 y
Comando G (que nunca acabó de gustar a nadie)
Somos la generación que fuimos al cine a ver las películas de Parchís, y que durante años creímos que el de rojo (como quien dice el de en medio de los Chichos ) era Enrique Búmbury.
Los que crecieron escuchando a Europe y a ese grupete de imitadores que les salió, unos tal Bon Jovi. Los de la explosión del Challenger, la cantada de Arkonada, Los mundos de Yupi y las pesetas rubias.
Nos emocionamos con Superman, ET o En busca del Arca Perdida. Comiamos Phosquitos y los Tigretones eran lo mejor, aunque aquello que empezaba (algo
llamado Bollycao) no estaba del todo mal.
Somos la generación que vio a nuestros padres renegar de Felipe González, del España mañana será republica y el OTAN No al OTAN Sí, los GAL y los
contratos basura.
Somos la generación del Tocata, La Bola de Cristal (solo no puedes, con amigos sí), el Follow Me, El hipnótico "Planeta Imaginario", Los Toreros
Muertos, La Orquesta Mondragón, el abrazafarolas del Butano y el Misissipi de Pepe Navarro con su inimitable Pepelu.
La generación de la quinta del buitre, de Hugo Sánchez, de Biriukov, Del Corral, Corbalán, Romay y que nos traumatizamos con las muertes de Fernando
Martín y Petrovic (¿quién coño juega hoy en el Madrid de baloncesto?).
El 600 era el utilitario normal, el 124 un coche familiar y el 131 una berlina de lujo.
El 23F nos pareció un buen día porque no hubo clase y ponían películas por la tele.
Nuestro grito de guerra fue "Tigres, Leones, todos quieren ser los campeones" "como estan ustedes" y descubrimos a las mujeres gracias a los
tirantes de una tal Miriam Diaz Aroca.
La generacion que se cansó de ver a las mamachichos.
La generación a la que le entra la risa floja cada vez que tratan de vendernos que España es favorita para un mundial.
La última generacion que veia a su padre poner la baca del coche hasta el culo de maletas para ir de vacaciones.
La última generación de las litronas y los porros, y qué coño, la última generación cuerda que ha habido."

25

25

Ya he dejado atrás la hora veinticinco
Mira abajo y reniega de sus veinticuatro anteriores
Mira arriba y promete que la primera hora del nuevo día
Estará llena de luces, colores, olores, trabajo y energía
Dejas transcurrir los pasos de este reloj que es la vida
Te acuestas en la cama, te quedas en blanco, y suspiras

Hazte caso, despierta
Llena tu reloj de vida, ponle las pilas
Muévete, anda camina
Y deja la ventana de tu habitación
Toda la noche abierta
Toda la noche, y todo el día

(231202)