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5 canciones negras

Hoy no ha sido un buen día

Hoy no ha sido un buen día en el trabajo.
Todo ha comenzado mal, desde las 8 de la mañana, como suele suceder en estos casos.
No habíamos ni empezado y ya se estaba liando la cosa.
Y yo, viendo el panorama, he decidido tomarme las cosas con mucha calma, porque sino me pasa lo de siempre, histerismo total. En efecto, me he tomado el día muy relajado, porque cada dos por tres tenía que cambiar de faena, para empezar y nunca acabar ninguna. Ahora para arriba, ahora para abajo, ahora arregla esto, ahora haz aquello que el otro no sabe. Y a las 2 del mediodía, me dan la noticia que hay una faena, que tengo que empezarla a las 4, no se podía antes, y que se tiene que quedar terminada hoy. Bueno, preparo los materiales y las herramientas para ponerme a las 4. A todo esto, viene el inspector de compañía a revisar el equipo de emergencia, y me manda una serie de modificaciones en el cuadro, y que tapara la canal de los cables. Se lo comunico a mi jefe, y cuando me dice que iba a mandar a alguien a tapar esa canal, le pido que no mande a nadie (ya que nadie sabe como se trabaja esa canal), que ya lo terminaría yo cuando me pusiera a hacer todo. Total, que ha mandado a un “compañero” que es paleta, a taparla. Qué ha pasado? Lo lógico y normal en estos casos. No sólo no ha puesto la tapa, sino que se ha cargado hasta la canal. Tras mi rebote inicial, me he calmado, he comunicado el incidente al jefe y hasta ahí no más problemas.
Lo gordo ha venido a las 5 y media, mientras esperábamos a que se cambiara un compañero, para irnos. Pues estábamos Edu, Marín y yo en nuestra sala, y yo le contaba a ellos el tema de lo de la canal. En esto que viene el susodicho paleta, y comenzamos a tratar el tema de la canal, que si la has roto, que si no, que si como que no.. (ésas cosas). A todo esto, yo sentado en la silla, viene hacia mí, se me encara, y me dice que si yo era el jefe, que si la canal era mía y me suelta la mano en el pecho, a modo de vacilada. Ahí ya no he podido contenerme y he saltado. Lástima que entre los dos compañeros me han parado, porque juro que le hubiera estampado la cabeza contra el suelo y machacado hasta que no quedara ni un trocito más grande que un mechero.
El Lunes seguirá la guerra. Es a muerte.

Bueno, una reflexión un poco extraña, pero es que tengo que soltar la furia que me corre por las venas. Hacía mucho que no me hervía la sangre de la manera que me la ha hecho hervir ese tío.
Bueno, ya contaré como transcurre todo.

1 comentario

Tuareg -

Algún día habría que encargar un estudio de por qué los jefes no se limitan a hacer lo mas fácil: encargar el trabajo al que sabe hacerlo. Saludos de un chispas .