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5 canciones negras

Reflexiones

Lista

Ir a Elecnor, que a ver a que puta hora salgo de esos capullos, que rabia les he pillado.
Primero iré al INEM, a ver si tengo suerte, ojalááááááááá. Espero tenerla.
Después recoger la declaración y, no fiándome mucho de mi padre, preguntar ahora qué. Si mi padre ha acertado, me da pie al tercer paso:
Ir a La Caixa, a entregarla y de paso, cobrar el puto y tan ansiado cheque.
Después creo que vendría llamar al E, y a ver cuanto le cojo al P para el Sónar, y meditar si llamo al I.
Llamar al D, y preguntarle a ver, cuándo vienen, cuándo vamos a vernos y cómo vamos a ir al Sónar.
Ver el piso
Y si todavía tengo tiempo, darme un rulo con la moto.
Quedar de paso con el E, después de haber hablado con D, para pillar el colchón, tema del que también tengo que hablar con D, a ver cómo vamos a “dormir”.

Todo esto me pide un Lunes que bien merece un buen descanso, recién llegado de Berlín. Unos días que me han sentado súper bien.

Y canto canciones que no tienen más dueño que el tiempo que aún me queda para poderlas cantar.

Guey tu Doichland

Guey tu Doichland Bien, al final me voy a Alemania.
Estaré casi una semanita, y tengo muchas ganas ya de ir. Después de tanto tiempo.
Tengo ganas de ver ya a mi hermano, y a Cristina, y cómo no, a mi sobrina.
Ahí va

In The Dark

In The Dark Me encanta salir de noche de mi habitación, y recorrer la casa a oscuras, dando siempre los pasos exactos, las manos se guían como si viesen en el oscuridad, y todo fluye en silencio. Podría vivir únicamente con la luz de desprendiese la pantalla de este trasto en mi cuarto. Y dibujar los muebles con la mirada, traspasando lo oscuro. Noto las vibraciones de las sillas si paso demasiado cerca, y ni Wifly se da cuenta de que salgo

Silencio

Reflexión...

Estoy metido en un maldito bucle, y aunque dicen que mal de muchos, consuelo de tontos, esta vez a este tonto le consuela. Llámalo egoísmo, o llámalo como lo quieras, pero me consuela ver que no estoy yo sólo en este cubo. Veo a gentes que sufren lo mismo que sufro yo, que sienten lo poco que yo poco siento, y que esperan lo mismo que yo tanto espero. Y me viene a la cabeza la ley de los polos opuestos, y observo cómo se cumple. Las personas que sufrimos, que sentimos, que esperamos; nos distanciamos entre nosotros, mientras que nos atraen personas totalmente del polo opuestos. Así nunca vamos a poder sentirnos satisfechos! Un alma en pena, siempre necesitará otro alma en pena. Asimismo me viene a la mente la teoría de Lluvia, que dice que lo que en realidad buscamos, es un espejo. Que viene a reafirmar un poco más si cabe mi reflexión.
Al igual que un alma en pena, busca almas de su mismo calibre, un alma alegre, sólo se sentirá feliz rodeada de almas contentas. Y si nuestras almas han ido a topar contra el muro de las lamentaciones, busquémosle cobijo entre sus rocas. Pongamos nuestro nombre en letras bien grandes sobre este muro, con nuestra sangre de pintura. Que todo el mundo sepa qué buscamos, para que así alguien nos ayude a poder encontrarlo.

¿Ideas?

¿Ideas? "¿Ideas? Tengo la puta cabeza repleta de ideas, lo que me hace falta es decidirme por una, eso sí..."

Extraído de Noviembre

Hoy

Hoy (ayer) no he ido a trabajar. Ha sonado el despertador y no he podido. No he querido.
Me acosté tarde, liado con Cube, y cuando me metía en la cama, ya sabía que no me levantaría a trabajar. No suelo hacerlo a menudo, pero de vez en cuando sí que me permito este pequeño privilegio. Sobretodo cuando más al límite estoy, me tomo un día de desconexión. Mi día de desconexión de hoy ha estado bastante bien.
Me he levantado tarde, pero bueno, he comido, he cambiado de sitio las cosas que se amontonan en mi cuarto, me he duchado y me he ido con la moto. Hoy se iba súper bien, porque hacía una tarde fresquita, incluso han caído algunas gotas, pero la temperatura era buena. He llegado a La Maquinista, y me he dado un paseo por los cd’s. He estado a punto de comprarme uno de relajación china. Eran sólo cinco euros, al final me he arrepentido de no cogerlo (mañana/esta tarde me acerco). He salido y he ido directamente a por mi dvd.

. Al salir, me doy cuenta de que es muy probable que se ponga a llover, así que sin tiempo de disfrutar de Él, lo guardo en la cruzada y tiro para abajo. Bajo las escaleras mecánicas y giro a la izquierda. Sé que es inútil parar a ver maquetas, pero que se le va a hacer, me tiran demasiado. Además han traído muchos nuevos. Pero sigo sin dinero. Salgo sin resignación y me dirijo a la moto. Al pasar por al lado del cajero, me acuerdo que no llevo dinero, y me paro a sacar veinte euros, con el dolor de saber que posiblemente no lleguen sanos a casa. Arranco la moto y hacia allí me dirijo. A media curva me acuerdo que no he devuelto Planta 4ª. Ya son dos días.
Bajando, cojo el atajo, que me ha retenido más que otra cosa. Salvo la fila y bajo flechao. Paro en casa, sin nisiquiera quitarme el casco, subo y cojo la peli. Me monto en la moto y me paso por el Cash&Converters, a devolver el juego que cogí el otro día, que como me suele pasar, no me instala, pero bueno. Al salir resulta que me encuentro con mis padres, que venían de no-se-donde. Me subo en la moto y me voy al Carrefour, a merendar. Aparco la moto en el parking, por primera vez; entro y me voy directo a las pastas. Al pasar al lado de las cajas, veo esas cajitas que traen laminitas de menta, que valen un pastón y se acaban enseguida. Me meto un par al bolsillo y no tardo ni dos segundos en quitarles el cartoncito. Y sigo mi camino en busca de la merienda. Esta vez ha sido un bollito del palo Phosquitos. No estaba malo. Y las consiguientes ganas enormes de fumarme un cigarrillo. Calmo mi ansia y decido pasarme por los cd’s y aparatos de música. Un ligero vistazo, un breve paseo y vuelta para casa. Me he vuelto a poner en la cola de la tonta, con todos los respetos hacia la y las cajeras, pero siempre me toca. Me he cambiado, y me ha venido bien, porque la mujer, muy maja por cierto, me ha cobrado los desodorantes y el gel AXE a dos euros, en lugar de siete que valían. Gracias señora. Casi por los pelos, pero me acuerdo de la Pull&Bear. Un repaso, ligero, pero repaso. Si tuviera pasta aún habría cosas que podría comprar.
Ale, para casa. Paro en el estanco, paro en el videoclub, dejo la peli, que me deja con 0,26 cts en el cajero del videoclub. Otra vez a cargar...
Llego a casa, un breve saludo, y..... Ben Harper. Me he tragado el dvd una y otra vez.

Hoy ha sido un buen día de desconexión.

Hoy no ha sido un buen día

Hoy no ha sido un buen día en el trabajo.
Todo ha comenzado mal, desde las 8 de la mañana, como suele suceder en estos casos.
No habíamos ni empezado y ya se estaba liando la cosa.
Y yo, viendo el panorama, he decidido tomarme las cosas con mucha calma, porque sino me pasa lo de siempre, histerismo total. En efecto, me he tomado el día muy relajado, porque cada dos por tres tenía que cambiar de faena, para empezar y nunca acabar ninguna. Ahora para arriba, ahora para abajo, ahora arregla esto, ahora haz aquello que el otro no sabe. Y a las 2 del mediodía, me dan la noticia que hay una faena, que tengo que empezarla a las 4, no se podía antes, y que se tiene que quedar terminada hoy. Bueno, preparo los materiales y las herramientas para ponerme a las 4. A todo esto, viene el inspector de compañía a revisar el equipo de emergencia, y me manda una serie de modificaciones en el cuadro, y que tapara la canal de los cables. Se lo comunico a mi jefe, y cuando me dice que iba a mandar a alguien a tapar esa canal, le pido que no mande a nadie (ya que nadie sabe como se trabaja esa canal), que ya lo terminaría yo cuando me pusiera a hacer todo. Total, que ha mandado a un “compañero” que es paleta, a taparla. Qué ha pasado? Lo lógico y normal en estos casos. No sólo no ha puesto la tapa, sino que se ha cargado hasta la canal. Tras mi rebote inicial, me he calmado, he comunicado el incidente al jefe y hasta ahí no más problemas.
Lo gordo ha venido a las 5 y media, mientras esperábamos a que se cambiara un compañero, para irnos. Pues estábamos Edu, Marín y yo en nuestra sala, y yo le contaba a ellos el tema de lo de la canal. En esto que viene el susodicho paleta, y comenzamos a tratar el tema de la canal, que si la has roto, que si no, que si como que no.. (ésas cosas). A todo esto, yo sentado en la silla, viene hacia mí, se me encara, y me dice que si yo era el jefe, que si la canal era mía y me suelta la mano en el pecho, a modo de vacilada. Ahí ya no he podido contenerme y he saltado. Lástima que entre los dos compañeros me han parado, porque juro que le hubiera estampado la cabeza contra el suelo y machacado hasta que no quedara ni un trocito más grande que un mechero.
El Lunes seguirá la guerra. Es a muerte.

Bueno, una reflexión un poco extraña, pero es que tengo que soltar la furia que me corre por las venas. Hacía mucho que no me hervía la sangre de la manera que me la ha hecho hervir ese tío.
Bueno, ya contaré como transcurre todo.

“Te preocupa salvar el pellejo? Pues claro, me cubre el cuerpo.”

Sueño que tengo, dos vidas distintas, encerradas en un mismo envoltorio. Que a ratos se enzarzan en férreas peleas, por debajo de la piel. Luchan cada uno por salir a flote, y vivir un rato más.
El esquizofrénico suele salir más veces victorioso del combate, y ante él me tengo que ver yo las caras todas las noches.
Y hay noches, como por ejemplo ésta, en la que mi “yo en calma” sale a relucir, y me brinda su presencia, tras la luz de la pantalla. Es agradable compartir mis noches con él. Nos vamos de visita por todas las páginas que nos gustan, y leemos las vidas que hay escritas, y que nos cuentan.
Hemos estado hablando, y tenemos que dar las gracias a todas esas gentes, que nos hacen compañía en nuestras noches, y a todos aquellos que encuentran compañía, también, aquí, en 5 Canciones Negras.
Muchas gracias

Anonimato

Perdida en el anonimato, encontré una pieza del puzzle.
La cogí, la miré extrañado, e intenté buscarle un sitio.
La pieza era pequeña, cuadrada, y dibujaba en su interior
las 3 paredes ocultas del cubo. Pues no era del puzzle. Esa
pieza no iba a encajar donde yo estaba probando. Esa pieza
debía descansar en otro lugar.
De momento ya han pasado varios días, y tras un primer
momento de negación, ando buscándole sitio a esa pieza anónima con forma de cubo, y de color azul.

De nuevo pensando en voz alta

No, ya no te quiero ver. Ni por lo que te pueda necesitar; ya no te quiero encontrar.
No vengas a poner media venda en mi ojo, porque eso no lo puedo soportar
No quiero volver a jugar, ni al correr ni al esconder.
No quieras aparecer en mi sueño, de pronto y sin avisar
Dices que no me conoces, pero que has oído hablar.
No te dejes engañar por lo que te hayan podido contar.
Si quieres conocerme, primero, tendrás que invitarme a pasar.
Y no dejo que me robes, a mi más preciado tesoro,
Como sangre que corre en mis venas, como única razón de ser,
Esas notas son mi vida, esa música es mi piel.
No quieras arrebatármela, eso sí te va a doler.

Quiero decir a Anónimo que, aunque me encanten y apasionen, no puedo soportar esos misterios. Esas medias tintas y esas verdades a medias. Te agradezco lo que has escrito.
Y si puedes, sigue escondiéndote, de vez en cuando, aquí.

Reflexiones rápidas

Reflexiones rápidas Siempre había pensado que al escribir, lo único que hago es vomitar en el papel todo lo que va entrando en mi cuerpo, por medio de mis sentidos y a través del tiempo. Cuando las palabras no salen, no hay que esforzarse. Esto significa que todavía no he absorbido suficiente. Sólo siento un gran vacío dentro de mí, y de momento no se me ocurre como puedo llenarlo. He perdido hasta la prisa por encontrar con qué llenarlo. He perdido la ilusión, día a día, poquito a poquito. Sé que lo que tenga que venir, vendrá. Y si no viene, algún día aprenderé a buscarlo. De momento mi vida va yendo, que no es poco. Me cansa, me canso, echo de menos muchas cosas, y la más importante, me echo de menos a mí mismo. He convertido mi personalidad en aquella que nunca quise.
¿Duda existencial? Me gusta ser como soy, pero no va bien, no me funciona. Yo creo en mis principios, todo el mundo que me conoce me dice que no cambie, y no cambiaré, pero... así no me va bien. Es en estos momentos en los que uno se plantea empezar otra vida, comenzar de cero. No me asusta, pero sí que me da pereza. No tengo que dejar muchas cosas, pero tengo que empezar, y tengo que moverme. Sinceramente me gustaría, me alegraría por mí si fuera capaz de conseguirlo. Creo que si recibo un poco de apoyo, puedo acabar decidiéndome. De momento no me hago muchas ilusiones, pero la idea está ahí, por lo menos.

070404